Hoy he vuelto a clase. El segundo cuatrimestre ha empezado hace apenas un par de semanas y todavía estamos con la primera toma de contacto con el nuevo profesorado, y es ahí donde surgió la lluvia de recuerdos.
Esos años de primaria en los que ilusionada pintaba mi libreta con miles de colores, medía regla en mano el largo de las mayúsculas, y toda floritura era poca para conseguir ser la primera de la clase (que tiempo tan lejanos en todos los aspectos).
Hora de lengua castellana, todos conocíamos la rutina, sacar la libreta rayada y escribir con letras bonitas, centradas, DICTADO.
¿Cómo es posible que a punto de terminar la carrera me haya podido sentir así? Allí nadie pensaba, nadie hablaba, nadie escuchaba, nadie hacía otra cosa que copiar aquello que la profesora repetía mu-u-u-u-y len-ta-men-te para que no perdiéramos ninguna palabra. El credo de los Recursos Humanos parecía aquello.
Terminó la clase, sonriente, satisfecha de su trabajo "Hasta luego chicos, continuamos el próximo día". Con dolor en la muñeca y en el corazón dije para mis adentros: Goodbye, nos vemos en el examen.
no te preocupes...influye el ambiente,la universidad y la motivación. A medida que te juntas ocn gent que ama lo qeu hace y tienen un propósito en hacerlo serás capaz de disfrutar y sentirte detro.
ResponderEliminarEs cierto, eso sdictados tan bonitos que haciamos, con letra de caligrafia tan fina. No me extraña que te acordases de ello, a todos nos ataca la nostalgia de cuando en cuando. Pero hay que salir adelante.
ResponderEliminarÁnimo! muy chulo el blog
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